Después de ser presentado durante el Mobile World Congress 2014, una de las especificaciones que más sorprendieron fue saber que el nuevo Samsung Galaxy S5 iba a ser resistente al agua.

Que sea resistente al agua puede ser bastante ambiguo, ya que puede significar que le pueden caer unas gotas de lluvia y no pasarle nada o hasta incluso meterlo en una piscina. En este artículo vamos a ver con nuestros propios ojos hasta que punto este nuevo terminal es sumergible y bajo que condiciones.

¿Es el Samsung Galaxy S5 sumergible?

En concreto, el nuevo smartphone cuenta con la certificación IP67, la cual garantiza que el teléfono en una profundidad de un metro y durante treinta minutos, podemos considerar el Samsung Galaxy S5 sumergible.

En el vídeo que tenéis a continuación, podéis ver que el smartphone supera la certificación con creces. Aguanta en el fondo de la piscina durante más tiempo del garantizado, además de rotar en el tambor de una lavadora sin que éste se rompa.

Aunque en este test el teléfono no haya salido malparado y aguante más de lo certificado, no significa que pase lo mismo siempre. Samsung prefiere curarse en salud y certificar unos máximos que hay que respetar para no tener problemas de garantía. También se especifica evitar las aguas que puedan contener productos químicos tales como el cloro, ya que puede surgir un efecto inesperado.

Nuestro consejo es que contra más lejos del agua dejéis vuestro smartphone mejor. Os ahorraréis más de un disgusto y de paso aprovechas para desconectar un poco mientras tomas un agradable baño. Es más inteligente utilizar esta funcionalidad como protección a despistes, tales como meterse a la piscina con el smartphone en el bolsillo o un pequeño desliz de éste a la bañera o al retrete, que no para tener una excusa para estar pegado a el teléfono las 24 horas del día.